FUNDACIÓN DÉDALO

Realizar compras a través de Internet es algo que cada día está más extendido. Al principio, las cosas que se podían comprar a través de la red eran muy concretas, pero a día de hoy esta limitación ha desaparecido y prácticamente podemos adquirir a través de Internet cualquier cosa.

Si estamos interesados en algo en concreto, seguro que encontramos cientos de tiendas online que ofrecen el producto que buscamos. Una vez hayamos encontrado lo que queremos y estemos decididos a comprarlo, surge un importante interrogante: cómo pagarlo.

Esto no tiene porqué suponer un problema, ya que existen varias formas de pagar nuestras compras en Internet. Desde aquí presentamos algunas:

• PayPal. Una forma fácil, sencilla y segura de pagar en Internet. Nos creamos una cuenta, asociamos una/varias cuentas bancarias o tarjetas y listo. Para pagar, iniciamos sesión con nuestra cuenta PayPal y confirmamos la operación. No hace falta nada más, así de simple. Una de las mejores formas de enviar y solicitar pagos.

• Lupay. Similar a la anterior, lo único que menos conocida. Tendremos que crearnos una “cartera” (una cuenta) y asociar una tarjeta con la que realizar los pagos. La diferencia más significativa con PayPal es que Iupay sólo permite de momento asociar tarjetas para pagar, pero por lo demás no hay muchas diferencias.

• Google Wallet. El sistema de pago móvil de Google. Está orientado a realizar pagos a través desde nuestros dispositivos móviles. Necesitaremos tener una cuenta en Google (quién no tiene una) para poder hacer uso de este servicio. Nos permite tener asociadas tarjetas de débito, de crédito o de regalo para pagar. Incluso, podemos cargar el importe de una compra en la factura de nuestro operador móvil (por ejemplo la compra de una app).

• Trustly. Otra alternativa más de pago y cobro online. Principalmente permite realizar transferencias bancarias online directas. Sencillo: iniciamos con nuestras credenciales bancarias online habituales, elegimos la cuenta desde la que deseamos pagar y confirmamos el pago. Muy extendido a nivel internacional.

Vemos como hay alternativas entre las que elegir, pero si somos más “clásicos” seguimos teniendo disponibles las opciones de pagar con tarjeta, realizando una transferencia bancaria o contra-reembolso.

Desde aquí animamos a utilizar alguna de estas nuevas modalidades de gestión de cobros y pagos, ya que aparte de ofrecer muchas ventajas como su sencillez y facilidad de uso, son igual o más seguras que los métodos tradicionales que hasta ahora conocíamos y siempre utilizando el sentido común.