FUNDACIÓN DÉDALO

Viernes 03 de Julio 2015

El pasado mes de Marzo, Apple daba a conocer al mundo su nuevo reloj inteligente , el Apple Watch, y precisamente esta presentación ha sido la que ha desencadenado movimientos en las distintas compañías que compiten en el mismo sector que la marca de la manzana.

Sí, podemos decir que los relojes inteligentes o smartwatches ya han llegado al mercado, pero, ¿para qué sirven o qué aportan estos nuevos dispositivos?, ¿qué diferencias hay si lo comparamos con un reloj de pulsera corriente?

Como definición simple, podemos decir que un smartwatch es un reloj de pulsera que posee diversas funciones más allá de mostrar la hora, la fecha, servir de cronómetro o que sirva de despertador por medio de una alarma. Estos dispositivos están pensados para desempeñar funciones que a día de hoy encontramos en smartphones, como servicios de mensajería, GPS, agenda personal, llamadas.

Pero para utilizar servicios de mensajería instantánea o el GPS necesitaremos conexión a internet, por lo que será necesario tener nuestro smartphone cerca. Cabe destacar que la mayoría de smartwatches que hay actualmente en el mercado no son 100% independientes, es que decir, que necesitan un smartphone al que estar asociado, pero como ejemplo de “independencia” encontramos el Samsung Gear S, un smartwatch al que podemos ponerle tarjeta SIM, conectarnos a Internet y hacer llamadas.

Podemos pensar también cómo vamos a utilizar las aplicaciones de mensajería instantánea si no disponemos de teclado en pantalla. Pues la solución al problema parece estar en nuestra voz, ya que seremos nosotros los que dictaremos el mensaje al reloj y él será el encargado de interpretarlo… esperemos que de manera acertada.

A día de hoy podemos pensar en los smartwatches como un complemento ideal para nuestro smartphone, ya que asociando ambos dispositivos es posible interactuar desde el reloj con nuestro teléfono. Por ejemplo, con un simple vistazo a la pantalla del reloj veremos cualquier notificación o mensaje que hayamos recibido en nuestro teléfono sin necesidad de sacarlo del bolsillo, algo que puede resultar beneficioso si en ese momento tenemos las manos ocupadas.

Así pues, aunque los relojes inteligentes ya se encuentran en el mercado, todavía se encuentran en una fase prematura de desarrollo, ya que aunque ofrecen funcionalidades interesantes, su potencial no se ha explotado aún. Lo que sí es seguro, es que tienen por delante un futuro de lo más prometedor.

Imagen: Kārlis Dambrāns