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Es por ello que los propios usuarios deben seguir una serie de consejos para evitar disgustos:
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Mantener actualizado el equipo, los programas de protección y utilizar una red segura evitan exponer datos bancarios en Internet. Evitar las conexiones WiFi abiertas y los equipos que puedan tener virus, los cibercafés, hoteles…
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Ignorar los correos que piden las credenciales bancarias.
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No acceder a los enlaces que incluyes dichos correos.
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Utilizar un navegador seguro con cifrado de datos desactivando todos los complementos y plugins.
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Instalar un certificado de seguridad.
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Cuidar con los keyloggers, programas que registran las pulsaciones de las teclas del teclado, enviando todo lo que se escribe a un servidor remoto desde el que los atacantes extraen las claves de acceso.
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Utilizar contraseñas exclusivas para la banca online. No utilizarlas para acceder a correos electrónicos o redes sociales.
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La contraseña debe ser segura alternando mayúsculas, minúsculas, números y signos.
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Al finalizar las operaciones, cerrar siempre la sesión.
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Mantener controlado el extracto bancario para detectar posibles movimientos extraños.
Siguiendo todos estos pasos estaremos un poco más seguros a la hora de realizar operaciones bancarias en Internet.
Fuente: http://www.20minutos.es
